Pagá con
Amamantar no siempre es fácil. Para muchas mamás, el dolor al amamantar puede convertirse en una barrera significativa. Muchas incluso abandonan la lactancia a las pocas semanas o meses. Sin embargo, es importante saber que el dolor no es normal y puede ser un indicativo de que algo no está funcionando correctamente en la técnica de lactancia, la succión del bebé o en las condiciones anatómicas de la boquita del bebé. Reconocer este problema es el primer paso para buscar soluciones y recibir el acompañamiento adecuado.
En este artículo, te cuento cuáles son las causas más frecuentes por las cuales amamantar duele.
Uno de los motivos más comunes por los que aparece el dolor es porque el bebé no está bien colocado al pecho. Esto puede hacer que el pezón quede "apretado" entre la lengua y el paladar, lo que genera dolor y hasta puede causar grietas. Lo ideal es que el bebé tenga un buen agarre y que su boca cubra una parte grande de la areola (zona oscura alrededor del pezón). Muchas veces corregir esta postura puede llevar tiempo y necesitar de acompañamiento profesional.
Hay veces en que el bebé tiene alguna dificultad para prenderse bien al pecho por alteraciones en su boquita, como el frenillo sublingual. Esto puede dificultar que el bebé succione bien y generar dolor en la mamá. No todos los bebés con frenillo causan problemas, pero si notás dolor o dificultades, es bueno consultarlo.
A veces, el dolor simplemente se debe a que la posición en la que amamantás no es la más cómoda para vos o para tu bebé. Probar distintas posiciones puede ayudar a mejorar el agarre y hacer que ambos estén más cómodos.
Si el agarre del bebé no es profundo o está mal colocado, podés desarrollar grietas o ampollas en los pezones, lo que hace que cada toma sea dolorosa. Además, cualquier daño en la piel del pezón puede venir acompañado de infecciones.
Es muy común escuchar que el dolor al amamantar es algo que "hay que aguantar", pero no es así. Si sentís molestias o dolor, no dudes en buscar acompañamiento. La lactancia no debería doler, y si lo hace, hay soluciones.